Está claro que la mayoría de personas recurren a una hipoteca para comprar una vivienda por eso conviene tener una serie de cuestiones en cuenta.
La primera y tal vez, la más importante, es no pedir el 100% de la financiación ya que no solo es difícil que se nos conceda sino que, el coste de devolución será siempre muy alto.
Deberemos asegurarnos, además, de que podremos hacer frente a las cuotas por lo que es una buena práctica calcular previamente cuánto podríamos llegar a pagar. Se estima que no debería ser nunca más de un 35% de nuestro sueldo.
Para los gastos de escritura lo ideal es contar con algunos ahorros, pedir un préstamo personal para cubrirlos no hará más que incrementar el sobreendeudamiento
Habremos de vigilar con los avales que aportemos (los bancos los solicitan para rebajar riesgos) ya que estarán expuestos en caso de impago. Si lo que nos piden es poner otro inmueble (doble garantía), deberemos pedir que solo garantice un 20% de la deuda.
Si tenemos en cuenta estas recomendaciones ya solo nos quedará comprar y disfrutar de nuestra compra.
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